La Educación maya
"Educación maya." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.
Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Resumen
Con unas costumbres muy estrictas, “los mayas” dejan grandes demostraciones de lo inteligentes que eran. Las materias que se les enseñaba, hoy en día son derivadas de las que se practican y las formas de enseñanza son las que se tienen que comprender para obtener una recopilación de lo bueno y lo malo para un buen desempeño laboral.
Palabras clave: Costumbres, mayas, recopilación, enseñanza y desempeño
La Educación Maya es sin duda alguna una de las más interesantes, destacando sus creencias, costumbres y conocimientos, distinguiendo al igual el rol por género que se debía cumplir rígidamente.
Su vida estaba enfatizada hacia tres fines muy importantes para ellos: servir a su pueblo, a su religión y a su familia, recalcando lo antes mencionado de acuerdo a su condición sexual. Las principales cualidades que los dos (hombres y mujeres) debían tener consistían en amar al trabajo, la honradez, el respeto y la continencia sexual.
Hombres
Enfocándonos ya en el hombre, desde el momento de su nacimiento el sacerdote le fijaba su futuro y sus labores por medio del horóscopo, la educación comenzaba desde el hogar pero eso no quiere decir que toda su vida era allí, a los cuatro meses se le colocaba al niño maya una hachita en la mano que significaba que parte de su labor debería estar en ser un buen agricultor. ¿Porque a los cuatro meses?
La razón es muy simple, este significaba el número sagrado del tiempo en el que el maíz fertilizaba.
Los niños jugaban en su infancia hasta los nueve años, sus juegos eran prácticamente educativos, es decir simulaban a como harían su labor de grandes. A partir de los nueve años hasta los doce los niños mayas ayudaban a sus padres en las labores del campo (recolección, siembra, caza, pesca etc.)
Al cumplir los doce años, eran bautizados consagrándolos para la vida pública, lo cual significaba que a partir de esta edad abandonaban el hogar para ingresar a establecimientos educativos (internados).
Pero existía la diferencia de clases, por tal motivo que no se mezclaban, es decir uno era para los hijos de la nobleza y el otro para la clase media. Lo más destacado que se les enseñaba a los nobles era la liturgia, la astrología, la escritura, el cálculo y la genealogía. Mientras que a los hijos de la clase media, el mayor porcentaje de enseñanza fue destinado a la educación de la práctica militar.
Mujeres
En el caso de las mujeres al igual que a los hombres desde su nacimiento el sacerdote les indicaba su labor y su futuro, que a diferencia del hombre a las niñas mayas a los tres meses se les hacia imitar un ejemplo de la molienda de maíz. En el caso de los juegos de su infancia lo hacían relacionado con sus labores en el futuro, a los nueve años ayudaban a sus madres en las labores domésticas.
Las madres de las niñas mayas conforme iban creciendo procuraban irles enseñando todo lo que sabían, desde las labores domésticas hasta sus propias experiencias de vida. Otras de las partes importantes que se les enseñaba con respecto a su actitud, era que enfrente de un hombre debía guardar respeto, en cuestiones del amor se les creaba un sentimiento de vergüenza ante el varón, es decir al encontrarse con un hombre se debían hacerse a un lado dándoles la espalda o volteando la cara, lo mismo sucedía al darles de comer o si recibía de él alguna cosa. Aunque tenían estas reglas estrictas esto no era obstáculo para que no fueran amables, puesto que era una de sus labores el ser corteses y bien portadas.
Siempre se mostraban limpias de alma y de secretos. Las labores de la mujer eran duras y abundantes, desde el inicio del día hasta el anochecer debían estar continuamente ocupadas y sin hablar, cumplían con sus labores domésticas (tejidos, cocina, molienda de maíz, lavado, aseo de la casa, educación de los hijos, traslado al mercado a vender o comprar y crianza de animales domésticos, pago de los tributos) y si era necesario debían atender a las siembras que era labor de los hombres. Había distinción igual para las hijas de los nobles, recibían una educación más cuidadosa y en instituciones más especializadas. Las sacerdotisas por ejemplo que su labor era cuidar del fuego, limpieza de los templos y algunos asuntos de índole más religioso. Como en todo eran supervisados por superiores cumpliendo con la más estrictas reglas, las cuales al ser violadas se castigaba con la muerte. A pesar de esto tenían la libertad de casarse una vez que salían de estas instituciones que eran como especies de conventos, pero durante toda su soltería debían ayudar a los quehaceres domésticos.
Costumbres
El baile era muy popular entre los mayas, se puede decir que era un rasgo muy importante en su vida, el baile se mezclaba en todas las solemnidades públicas y privadas, religiosas y civiles. Se bailaba en las fiestas de familia, en las públicas y en las sagradas. En cuanto a su religión eran politeístas (adoraban a muchos dioses) entre los dioses más importantes destacan Itzamná dios del sol, Chaac dios de la lluvia al cual se atribuía si habían largas sequías, Ixtab diosa de los suicidas y Yum Kaax dios del maíz. Dentro de los rituales religiosos de los mayas destacaban las costumbres de dar ofrendas. Éstas variaban dependiendo de la importancia y magnitud del caso. Se ofrecía comida, animales, tabaco y en caso de necesidades apremiantes como ausencia de lluvia, se sacrificaban seres humanos.
Los mayas creían que la tierra era plana y cuadrada y que descansaba sobre la espalda de un inmenso reptil que nadaba en la superficie de un océano. Cada lado de la Tierra estaba asociado a un punto cardinal y a un color determinado: el blanco para el norte, el amarillo para el sur, el rojo con el este y el oeste con el negro. En el centro del mundo se encontraba el árbol sagrado de los mayas, la ceiba, que era asociada con el color verde. Asimismo concebían trece cielos superpuestos y escalonados por encima de la Tierra, y que estaban sostenidos en los cuatro puntos cardinales por cuatro bacabs y nueve infiernos que constituían el mundo de las tinieblas en donde habitaban los señores de la noche. El más bajo de estos mundos se encontraba presidido por el dios de la muerte, Ah Puch.
El libro sagrado de los mayas era el Chilám Balám el cual contenía las profecías y crónicas acerca de la conquista.
Su vida estaba enfatizada hacia tres fines muy importantes para ellos: servir a su pueblo, a su religión y a su familia, recalcando lo antes mencionado de acuerdo a su condición sexual. Las principales cualidades que los dos (hombres y mujeres) debían tener consistían en amar al trabajo, la honradez, el respeto y la continencia sexual.
Hombres
Enfocándonos ya en el hombre, desde el momento de su nacimiento el sacerdote le fijaba su futuro y sus labores por medio del horóscopo, la educación comenzaba desde el hogar pero eso no quiere decir que toda su vida era allí, a los cuatro meses se le colocaba al niño maya una hachita en la mano que significaba que parte de su labor debería estar en ser un buen agricultor. ¿Porque a los cuatro meses?
La razón es muy simple, este significaba el número sagrado del tiempo en el que el maíz fertilizaba.
Los niños jugaban en su infancia hasta los nueve años, sus juegos eran prácticamente educativos, es decir simulaban a como harían su labor de grandes. A partir de los nueve años hasta los doce los niños mayas ayudaban a sus padres en las labores del campo (recolección, siembra, caza, pesca etc.)
Al cumplir los doce años, eran bautizados consagrándolos para la vida pública, lo cual significaba que a partir de esta edad abandonaban el hogar para ingresar a establecimientos educativos (internados).
Pero existía la diferencia de clases, por tal motivo que no se mezclaban, es decir uno era para los hijos de la nobleza y el otro para la clase media. Lo más destacado que se les enseñaba a los nobles era la liturgia, la astrología, la escritura, el cálculo y la genealogía. Mientras que a los hijos de la clase media, el mayor porcentaje de enseñanza fue destinado a la educación de la práctica militar.
Mujeres
En el caso de las mujeres al igual que a los hombres desde su nacimiento el sacerdote les indicaba su labor y su futuro, que a diferencia del hombre a las niñas mayas a los tres meses se les hacia imitar un ejemplo de la molienda de maíz. En el caso de los juegos de su infancia lo hacían relacionado con sus labores en el futuro, a los nueve años ayudaban a sus madres en las labores domésticas.
Las madres de las niñas mayas conforme iban creciendo procuraban irles enseñando todo lo que sabían, desde las labores domésticas hasta sus propias experiencias de vida. Otras de las partes importantes que se les enseñaba con respecto a su actitud, era que enfrente de un hombre debía guardar respeto, en cuestiones del amor se les creaba un sentimiento de vergüenza ante el varón, es decir al encontrarse con un hombre se debían hacerse a un lado dándoles la espalda o volteando la cara, lo mismo sucedía al darles de comer o si recibía de él alguna cosa. Aunque tenían estas reglas estrictas esto no era obstáculo para que no fueran amables, puesto que era una de sus labores el ser corteses y bien portadas.
Siempre se mostraban limpias de alma y de secretos. Las labores de la mujer eran duras y abundantes, desde el inicio del día hasta el anochecer debían estar continuamente ocupadas y sin hablar, cumplían con sus labores domésticas (tejidos, cocina, molienda de maíz, lavado, aseo de la casa, educación de los hijos, traslado al mercado a vender o comprar y crianza de animales domésticos, pago de los tributos) y si era necesario debían atender a las siembras que era labor de los hombres. Había distinción igual para las hijas de los nobles, recibían una educación más cuidadosa y en instituciones más especializadas. Las sacerdotisas por ejemplo que su labor era cuidar del fuego, limpieza de los templos y algunos asuntos de índole más religioso. Como en todo eran supervisados por superiores cumpliendo con la más estrictas reglas, las cuales al ser violadas se castigaba con la muerte. A pesar de esto tenían la libertad de casarse una vez que salían de estas instituciones que eran como especies de conventos, pero durante toda su soltería debían ayudar a los quehaceres domésticos.
Costumbres
El baile era muy popular entre los mayas, se puede decir que era un rasgo muy importante en su vida, el baile se mezclaba en todas las solemnidades públicas y privadas, religiosas y civiles. Se bailaba en las fiestas de familia, en las públicas y en las sagradas. En cuanto a su religión eran politeístas (adoraban a muchos dioses) entre los dioses más importantes destacan Itzamná dios del sol, Chaac dios de la lluvia al cual se atribuía si habían largas sequías, Ixtab diosa de los suicidas y Yum Kaax dios del maíz. Dentro de los rituales religiosos de los mayas destacaban las costumbres de dar ofrendas. Éstas variaban dependiendo de la importancia y magnitud del caso. Se ofrecía comida, animales, tabaco y en caso de necesidades apremiantes como ausencia de lluvia, se sacrificaban seres humanos.
Los mayas creían que la tierra era plana y cuadrada y que descansaba sobre la espalda de un inmenso reptil que nadaba en la superficie de un océano. Cada lado de la Tierra estaba asociado a un punto cardinal y a un color determinado: el blanco para el norte, el amarillo para el sur, el rojo con el este y el oeste con el negro. En el centro del mundo se encontraba el árbol sagrado de los mayas, la ceiba, que era asociada con el color verde. Asimismo concebían trece cielos superpuestos y escalonados por encima de la Tierra, y que estaban sostenidos en los cuatro puntos cardinales por cuatro bacabs y nueve infiernos que constituían el mundo de las tinieblas en donde habitaban los señores de la noche. El más bajo de estos mundos se encontraba presidido por el dios de la muerte, Ah Puch.
El libro sagrado de los mayas era el Chilám Balám el cual contenía las profecías y crónicas acerca de la conquista.
Escritura Maya
Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas, en los dinteles y escalinatas, y en otros elementos arquitectónicos.
Los escritos de los antiguos mayas se realizaban también en códices de papel amate (corteza de árbol) o en pergaminos de piel de venado curtida. Sólo existen tres muestras de estos códices: el Códice de Dresde, a través del cual es posible conocer la astronomía y la religión de los antiguos mayas, actualmente en la biblioteca de la ciudad de Dresde; el Códice Peresiano, también llamado Códice de París por encontrarse en la Biblioteca Nacional de la capital francesa, también de carácter astronómico; y el Códice Tro-cortesiano (a veces denominado Códice Matritense maya), de carácter mágico-religioso, y que, como su nombre indica, consta de dos fragmentos diferentes que estuvieron separados durante siglos; hoy se encuentra en el Museo de América de Madrid.
A partir del siglo XVI se realizaron numerosas compilaciones en la lengua maya, pero con alfabeto latino, ya que los nobles mayas lo aprendieron desde los primeros años de la conquista española. Destacan obras religiosas (el Popol Vuh o los libros de Chilam Balam), obras dramáticas (Rabinal Achi, el único texto indígena prehispánico de carácter teatral que se conserva), obras enciclopédicas (Libro de los Bacab) o de canciones y poemas (Cantos de Dzitbalché). La obra del obispo fray Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán, ha resultado una fuente importantísima para descifrar la grafía maya.
Códice Tro-Cortesiano Escrito sobre papel de fibra de corteza de copó, es una sola tira de 7,15 m de largo doblada a modo de biombo, sobre la que hay pintados jeroglíficos de carácter religioso y mágico. El códice Tro-Cortesiano, también llamado Matritense, contiene fórmulas adivinatorias que utilizaban los sacerdotes mayas para predecir acontecimientos futuros. Fue descubierto en España en dos fragmentos: el más grande pertenecía a Juan de Tro y el menor a José Ignacio Miró, quien lo bautizó "cortesiano" en honor al conquistador de México, Hernán Cortés. Se custodia en el Museo de América de Madrid (España). Enciclopedia Encarta Newberry Library, Chicago/SuperStock
Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Referencias
http://es.encarta.msn.com/ (descargado el 13 de Octubre de 2007)
Pérez Marissa, Historia y geografía de México, editorial Nuevo México,
2001, paginas: 42-47.
Larroyo Francisco, Historia comparada de la educación en México,
editorial Porrúa, México, 1947, paginas: 77-80.
Videos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario